Decía Martin Luther King que "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos." Ese silencio es uno de los que se refería también Hemingway cuando decía aquello de que "Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar." Saber manejar los silencios es también algo muy importante en la vida. Cuando en nuestras relaciones personales entra el silencio es también muy indicativo para evaluar nuestra comunicación. A veces un silencio vale mas que mil palabras.
El ejemplo lo tenemos en la música: Podemos comprobar que la mejor forma de apreciar la música es desde el silencio, sin otros sonidos que distraigan nuestra atención. Pero el silencio, a menudo también es una especie de sonido: si la música es cortada de repente por un silencio, ese silencio será escuchado con toda claridad.
Nadie enciende una lámpara y logra ocultar su luz. Lo mismo sucede con la vida, no podemos ignorar lo evidente, por eso los silencios, a veces, responden a temas que forman parte de la vida pero intentamos negar.
Habla simplemente cuando sea necesario. Piensa lo que vas a decir antes de abrir la boca. Sé breve y preciso ya que cada vez que dejas salir una palabra por la boca, dejas salir al mismo tiempo una parte de tu chi. De esta manera aprenderás a desarrollar el arte de hablar sin perder energía. Nunca hagas promesas que no puedas cumplir. No te quejes y no utilices en tu vocabulario palabras que proyecten imágenes negativas porque se producirá alrededor de ti todo lo que has fabricado con tus palabras cargadas de negativismo.
Algunos consejos sobre los silencios.
Si no tienes nada bueno, verdadero y útil, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la comunicación de la persona que habla contigo. Si no tienes nada bueno, verdadero y útil, es mejor quedarse callado y no decir nada. Aprende a ser como un espejo, escucha y refleja la energía.
Hay quien piensa que hablar es en realidad pedir de forma encubierta. Así que las personas que hablan sin parar casi siempre están pidiendo cosas de cuya necesidad ni siquiera son conscientes o, quizá, ocultando lo que realmente les importa.
Si entraran por unos instantes en el silencio, si se escucharan a sí mismas, descubrirían lo que realmente desean. Pero entrar dentro de si exige la actitud de quien entra en una catedral, la sensación de contemplar una maravilla ante los misterios que encierra.
¡Silencio, se rueda!, se grita al iniciar el rodaje de una escena cinematográfica. Todo el mundo calla, contiene la respiración y se inicia la acción. ¡Silencio, se vive!, podríamos repetir cada día al levantarnos. Seguro que nos ayudaría a recordar que la vida es una gran obra de arte y que cada mañana recomenzamos el Gran Teatro del Mundo.
Aunque parezca una paradoja, el dialogo genuino exige más silencio que palabras, mucho tiempo para la comprensión, la reflexión y la empatía. De otro modo, las frases se cruzan y entrechocan como los floretes en la esgrima, ya que cuando se apagan las palabras se enciende el silencio como la hoguera que alimenta otros resplandores. ¿Quién no ha vivido esos momentos de comunicación mágica y callada ante una puesta de sol o las última brasas crepitantes de una chimenea?
Los silencios en la pareja
(Para ampliar la infiormación ver el capítulo de la comunicación en la pareja)
Los silencios que se producen en las conversaciones también tienen un sentido propio, pero son más difíciles de interpretar. La clave para entenderlos y evitar que perjudiquen la relación está en saber qué los ha provocado. Una vez descubierto su objetivo, será mucho más fácil saber cómo actuar.
Estrategia para llamar la atención
Los niños pequeños utilizan los lloros y las pataletas para lograr la atención de los padres. Los adultos, en cambio, emplean mecanismo más sutiles para conseguir lo que quieren y el silencio es uno de ellos.
Si sospecha que tu pareja se calla y emplea el silencio para que le hagas caso, planteate si existen razones que justifiquen su actitud. Si la respuesta es negativa, la estrategia a seguir es ignorar su comportamiento, mostrando indiferencia. De lo contrario, el silencio logrará el efecto que buscaba- molestar- y se habrá reforzado la idea de que es adecuado y eficaz.
Después de una pelea
Una persona que en una discusión se calla, lo hace como castigo hacia la persona que le ha causado la ofensa. Normalmente este tipo de reacciones han sido aprendidas en la infancia. Es habitual que los padres utilicen la estrategia del “ya no te hablo”, para castigar a los hijos. Sin embargo, se le debe hacer entender que en vez del silencio, hay otros modos más eficaces de afrontar los problemas.
Querer estar solo para reflexionar
Estos silencios pueden ser útiles si se utilizan para reflexionar, razonar o digerir una situación. Esta actitud debe ser respetada. No se debe atosigar con un interrogatorio. Se puede preguntar si el motivo del silencio es para pensar sobre algo y ver si ese algo le atañe, porque a veces, los pensamientos pueden jugar malas pasadas y, sin querer, se pueden sacar conclusiones erróneas imaginando lo que le puede suceder a la otra persona.
No es capaz de expresar sentimientos
Esta situación es más común en hombres que en mujeres. A las féminas se les enseña desde pequeñas a contar y expresar sus sentimientos a los demás; por el contrario, a los chicos se les anima a esconder sus emociones (de ahí, el tópico de que un hombre no debe llorar). Esta es una clave muy importante de la comunicación en la pareja.
Estas situaciones han de ser comprendidas, y aprender a entender los pensamientos callados; es difícil, no imposible. Además, es más eficaz intentar comprender la situación que exigir palabras.
Silencios como solución de conflictos
Si se emplean como medio para solucionar conflictos , donde la necesidad de hablar es imprescindible, estos sólo logran un distanciamiento entre las personas que los utilizan.
Los silencios así empleados han de evitarse si se desea mantener una buena relación. A veces ayudan a expulsar emociones, a llorar o pensar; pero usados frecuentemente en conflictos para evadirlos o ignorarlos, pueden enmudecer a la persona ante situaciones en las que debería hablar y afrontar.
Los silencios en la pareja como un síntoma de un problema han de abordarse escuchándose a uno/a mismo/a, reconociendo sus deseos y afrontando las cosas con nuestro corazón y con la inteligencia emocional suficiente como para que la situación no vaya esclerosándose con el paso del tiempo. Recuerda que el tiempo siempre es un aliado para que nos pasen cosas positivas y para cumplir nuestros deseos. Para ello tambien es importante la sinceridad, decir la verdad. (ver capítulo sobre sinceridad)
Es bastante infrecuente encontrar silencios en la política. Generalmente es en un ámbito de la vida donde el silencio tiende a olvidarse. Inlcuso cuando se maneja por parte de los líderes se interpreta como una ausencia o una uhida. En la democracia declarativa que nos hemos instalado los responsables políticos se han acostumbrado a esta dinámica y generalmente escuchan poco. Mejor dicho se escuchan mucho. Por eso es necesario recordar -y por eso lo incluimos en este blog- que tambien en la vida pública, y sus responsables han de aprender y ejercitar con mucha frecuencia el silencio y la escucha...
Querer imponer el silencio
Por otra parte hay quien quiere imponer los silencios desde la política, o desde la vida personal. Imponer el silencio, es impedir la libertad. es impedir, es obligar a las personas a dejar de ser el dueño de su comunicación. Estar sileciado es también una forma de morir. Por eso es tan importante que los silecios los elijas tú, no sean impuestos. Por eso es importante en ese caso poner palabras a los silencios. Tambien es necesario poner palabras a los que son silenciados, a los que ya no interesan...a los que los silencios acaban también matándolos. En la política, en estos casos, no dabe haber silencios.
Los mejores momentos con silencios
Las ideas más fructiferas, los grandes descubrimientos, las mejores obras literarias se han gestado desde un profundo silencio previo, desde esa cualidad del alma que hace avanzar lo más noble del corazón humano. La auténtica creatividad imita el avance silencioso de la naturaleza exenta de alborotos.
Claude Debussy definió la música como "el silencio de las notas", ya que desde el corazón del silencio todo es posible y verdadero. Quizá sea esta la cualidad de cualquier obra de arte: comunicar la esencia desde su mudez primigenia y universal, saltando por encima de los siglos y de las culturas. Pero el auténtico silencio requiere la paz de las emociones. Cuando el miedo o la cólera se apoderan del corazón, son como truenos que irrumpen en la calma del valle, o piedras arrojadas en la superficie tranquila de un lago. hemos de estar en paz con nosotros mismos para apreciar y gestionar el silencio.
Ese es el auténtico silencio que surge de dentro y que es un bien leve como los pasos del niño sobre la arena, sigilosos como el caer de la nieve, delicado como los gestos de la persona enamorada. Escucharlo de verdad es como escuchar el latido de nuestro corazón o nuestro propio aliento.
Bonito blog, saludos
ResponderEliminarMuchas gracias por tu valoración, journalist
ResponderEliminarGracias por dejarme ver mi interior como el de los demás y poder comprender..esos silencios.Lem
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