Todos sentimos miedo en nuestra vida. Gracias a él hemos llegado a sobrevivir como especie. De no ser así habríamos muerto bajo las patas de un mamut hace miles de años. Éste es el miedo que llamamos equilibrante porque está asociado a la prudencia, nos permite reconocer aquellas situaciones que pondrían en peligro nuestra propia integridad. Este miedo evita por ejemplo que digamos a un superior lo que realmente pensamos de él, o que nos quedemos en cama varios días cuando nuestra obligación es ir a trabajar.
Sentimos miedo frente al fracaso, al rechazo, a las pérdidas y mucho miedo frente a los cambios. Con todos estos ejemplos nos damos cuenta que el miedo nos acompaña a través de nuestra vida y madurez manifestándose en ocasiones cuando tenemos incertidumbres sobre nuestras relaciones, nuestra vida futura; es decir cuando sentimos inseguridad.
Para manejar el miedo es importante reconocer y aceptar que se tiene miedo. Una vez hecho esto, pasamos entonces a reconocer a qué le tememos. La mayoría de las veces nos cuesta mucho reconocer exactamente a qué le tememos.
Pero, ¿qué pasa cuando el miedo equilibrante se alarga en el tiempo y sin justificación aparente?: entonces se convierte en un miedo tóxico, que puede dañar nuestra salud y bienestar.
El miedo modifica nuestra forma de estar sobremanera, ya sea por algo interior o exterior, real o ficcional, acudimos al Diccionario Oxford de la Mente, el cual argumenta que las causas principales del miedo serían la exposición a una estimulación traumática, la exposición repetida a una exposición subtraumática (sensibilización), la observación directa o indirecta de personas que muestran miedo y la recepción de información que lo provoca.
Habría cuatro componentes básicos de los que consta el miedo: la experiencia subjetiva de temor, los cambios fisiológicos, las expresiones directamente observables de miedo y los intentos de evitar ciertas situaciones o escapar de ellas.
Hay muchos tipos de miedo, por ejemplo, el miedo neurótico. También los miedos agudos, provocados por estímulos o situaciones tangibles y que se disipan con facilidad cuando se retira o evita el estímulo que los ha suscitado; frente a los miedos crónicos, que son más complejos y pueden estar o no ligados a un origen tangible que los provoque.
Las consecuencias del miedo pueden ser muy diversas, pero una exposición repetida a los estímulos que causan miedo puede provocar cambios duraderos en la conducta, los sentimientos y el funcionamiento psicofisiológico de las personas.
Se plantean posibles soluciones para corregir los miedos, entre ellas los métodos psicológicos, que se pueden dividir en los que intentan reducir el miedo directamente y los que tratan de modificar sus supuestas causas subyacentes.
El miedo es un concepto que puede relacionarse con otros términos del mismo campo, sobre todo en lo referente al género cinematográfico que vamos a tratar. Uno de los más cercanos y a menudo difícil de separar es el de ansiedad. Esta se puede definir como "un estado de agitación, inquietud, una angustia que suele acompañar a muchas enfermedades, en particular a ciertas neurosis y que no permite sosiego de los enfermos. La principal diferencia entre el miedo y la ansiedad sería que el primero se refiere a sentimientos de temor sobre peligros de carácter tangible, que se vinculan a aspectos específicos del mundo exterior, mientras que la segunda se relaciona con sentimientos de temor difíciles de vincular a fuentes tangibles de estimulación; sus orígenes son inciertos. La ansiedad se siente siempre y cuando las respuestas producidas ante una señal de peligro sean ineficaces, y se mezcla a menudo con el miedo.
Por otro lado, decimos que el miedo que hace referencia al peligro real de una forma más o menos específica, pero desproporcionada, es una fobia. Las personas fóbicas se dividen en aquellos que responden con un miedo extraordinariamente intenso a una situación específica y los que manifiestan un miedo extraordinariamente intenso en numerosas situaciones que a menudo son difíciles de especificar. Cuando una persona está muy asustada de algo que no produce especial miedo a los demás, es porque el objeto o la situación en cuestión ha quedado asociado en su mente con algún temor infantil; también se da el caso de que el objeto o la situación temidos se han convertido en el símbolo de algo temido inconscientemente.
Por otra parte, debemos hacer alusión al término terror, que sería el miedo específico a que ocurra algún acontecimiento o acción nefastos. Lo distinguimos del horror, ya que este implica algo repugnante y negativo, mientras que el terror, no. Se encuentra en la categoría de respuestas instintivas que los seres humanos comparten con la mayoría de los animales y el miedo a la violencia infligida al cuerpo se encuentra en la base del proceso de terror. Debemos destacar que la mayor parte de los seres humanos parecen disfrutar de la sensación de terror en condiciones no extremas, y uno de los ejemplos más cercanos son las películas de miedo, las cuales son objeto de nuestro estudio.
Por último, debemos relacionar algunos términos ya no con el miedo en abstracto, sino con el provocado en el cine. Así, el concepto de susto y de sobresalto está muy unido al miedo en el cine. El primero se define como una impresión repentina causada en el ánimo por sorpresa, miedo, espanto o pavor; una preocupación vehemente por alguna adversidad o daño que se teme. Un sobresalto sería la sensación que proviene de un acontecimiento repentino e imprevisto, un temor o susto repentino.
El pánico sería el miedo grande o el temor muy intenso.
La noción de peligro forma parte de nuestra vida y habla de nuestro grado de socialización. A partir de los quince meses, al niño se le empieza a imponer una serie de límites y tabúes en pro de su seguridad. A fuerza de un ¡no! Aprende, por ejemplo, que no debe tocar las cosas calientes. El miedo a lo que pueda ocurrir funciona entonces como previsor y sistema de alarma ante los peligros reales y justificados.
Después de años de estudio, los psicólogos han llegado a la conclusión de que no es tan sencillo asociar un determinado estímulo con una sensación de miedo concreta como proponía Watson, porque es la experiencia de cada persona la que determina si va a sentir terror o no.
Cuando el miedo es tan intenso que nos impide llevar una vida normal, entonces se vislumbra un problema llamado fobia.
· El miedo que se experimenta es objetivo, está perfectamente justificado y nos protege de una serie de peligros.
· La fobia suele manifestarse cuando experimentamos obsesión ante objetos, situaciones, o incluso sensaciones que la persona reconoce como absurdas e injustificadas, pero que, sin embargo, no puede enfrentar.
La teoría del temor preparado de Martín Seligman sostiene que es más fácil aprender unos temores que otros. Seligman cree que estamos preparados por la evolución para desarrollar con facilidad temores a ciertos estímulos, como serpientes y arañas. Aunque es más probable que otros objetos comunes causen dolor o daño (como un martillo, un ventilador eléctrico, un enchufe, etc.), es menos probable que se desarrollen fobias por esos objetos que por las arañas o serpientes.
El porque de esto, según Seligman estos estímulos representaban peligros en los inicios de la historia humana. Por medio de la selección natural, se han vuelto estímulos condicionados muy efectivos.
Pero es muy importante tratar de analizarlo para poder resolver esa situación. Incluso nuestra mente nos ayuda a hacer más difícil la situación de lo que en realidad es.
Si sentimos que estamos frente a una posible amenaza es mejor estar claros qué es lo peor que nos puede pasar en esa situación y nos vamos preparando para manejar la situación y sus consecuencias de una manera más productiva e inteligente. Cuando tenemos miedo nuestro sistema se bloquea y no podremos pensar ni actuar con lo mejor que tenemos.
Pero veamos este video que nos aclara como funciona el miedo:
Pero las fobias son la manifestación patológica del miedo:
¿Qué es una fobia?
Una fobia es un temor persistente e identificable que resulta excesivo o irracional y que se desencadena por la presencia o la anticipación de un objeto o una situación específica. Las personas que sufren una o más fobias experimentan una ansiedad constante cuando están expuestos al objeto o la situación específica. Entre las fobias comunes se incluyen el temor a los animales, la sangre, las alturas, los espacios cerrados o el vuelo. En los adultos ha de manifestarse durante tres meses continuados, los niños y adolescentes, el temor identificado debe durar al menos seis meses para ser considerado una fobia y no un temor transitorio.
Los tipos de fobias que se observan en las personas adultas, niños y adolescentes incluyen:
- fobia específica - ansiedad asociada con un objeto o una situación específica. El objeto o la situación fóbica se evita, se anticipa con temor o se vive con ansiedad extrema, al extremo de interferir con las rutinas y las actividades normales.
- trastorno de pánico con o sin agorafobia - período inesperado e imprevisible de temor o malestar intenso acompañado de falta de aire, mareo, aturdimiento, temblor, temor a perder el control y un aumento en la frecuencia cardíaca (denominado ataque de pánico). Los síntomas pueden prolongarse varias horas, pero generalmente alcanzan su punto máximo después de 10 minutos. La agorafobia se define como un temor a los espacios abiertos, por ejemplo a estar afuera o salir solo, relacionado con una o más fobias o con el temor de sufrir un ataque de pánico.
- fobia social - temor a una o más situaciones sociales o públicas en un ambiente apropiado, con otros individuos del mismo grupo etáreo (por ejemplo, una representación escolar, un recital, un discurso o presentación).
- mutismo selectivo - incapacidad para hablar en situaciones sociales específicas que se da en niños o adolescentes que pueden hablar, y lo hacen, en otras situaciones.
¿Cuáles son las causas de las fobias?
Las investigaciones indican que existen factores genéticos y ambientales que contribuyen a la aparición de fobias. Las fobias específicas se asocian con un primer encuentro aterrador con el objeto o la situación que las provoca. No obstante, aún resta saber si esta exposición inicial que condiciona el comportamiento posterior es un factor necesario o si las fobias pueden desarrollarse en personas genéticamente predispuestas.
¿A quiénes afectan las fobias?
Los trastornos de ansiedad son comunes a todas las edades. Se calcula que un 15 por ciento de la población en general (y en un 9% de niños y adolescentes) sufren de fobias.
¿Cuáles son los síntomas que se observan en un adolescente con una fobia?
Los siguientes son los síntomas más comunes que pueden aparecer cuando una persona se ve expuesto, o anticipa la exposición, a un objeto o una situación específica que le produce temor o ansiedad intensa. Sin embargo, cada persona puede experimentarlos de una forma diferente. Los síntomas pueden incluir:
- aumento de la frecuencia cardíaca
- sudor
- temblor o estremecimiento
- dificultad para respirar
- sensación de atragantamiento
- dolor o molestias en el tórax
- malestar estomacal
- sensación de mareo o desmayo
- temor a perder el control o enloquecer
- temor a morir
- aturdimiento
- escalofríos o calores súbitos
En los ataques de pánico, se deben producir al menos cuatro de los síntomas enumerados anteriormente con o sin una causa conocida e identificable.
Los síntomas de una fobia pueden parecerse a los de otros trastornos médicos o problemas psiquiátricos. Siempre debe consultar a un/a psicólogo/a para el diagnóstico.
¿Cómo se diagnostican las fobias?
Un/a psicologo/a u otro profesional de la salud mental calificado normalmente diagnostica los trastornos de ansiedad en niños o adolescentes a partir de una evaluación psicológica completa. Los padres que advierten signos de ansiedad severa en sus niños o hijos adolescentes pueden ayudar buscando una evaluación y un tratamiento precoces. El tratamiento precoz puede prevenir problemas futuros.
Tratamiento para las fobias:
El tratamiento específico para las fobias será determinado por el/la psicólogo/a basándose en lo siguiente:
- la edad, su estado general de salud y sus antecedentes médicos
- la gravedad de los síntomas
- el tipo de fobia
- la tolerancia a determinados medicamentos o terapias
- las expectativas para la evolución del trastorno
- su opinión o preferencia
Las fobias, al igual que otros trastornos de ansiedad, pueden ser tratadas eficazmente. El tratamiento siempre se debe basar en una evaluación integral de la persona y su entorno. Las recomendaciones de tratamiento pueden incluir, entre otras, terapia individual o cognitiva conductual para la persona (concentrada en ayudarlo a aprender nuevas formas de controlar la ansiedad y los ataques de pánico cuando/si ocurren). Algunas personas también pueden beneficiarse del tratamiento con medicamentos, específicamente, medicamentos que detengan la aparición de los ataques de pánico, siempre que estén recetados por un7a medico/a. Las personas que rodean al paciente tienen un rol vital de apoyo en cualquier proceso de tratamiento.
Prevención de las fobias:
Hasta el momento, no se conocen medidas preventivas que permitan reducir la incidencia de las fobias. Sin embargo, la detección e intervención precoces pueden reducir la gravedad de los síntomas, estimular el crecimiento y el desarrollo normal del adolescente y mejorar la calidad de vida de los niños o adolescentes con trastornos de ansiedad.
Lo positivo es pensar que éstas patologías tienen buen pronóstico. Si se hacen las cosas bien, si el profesional y el paciente siguen las pautas que este trastorno necesita, las personas se rehabilitan, se les "cura" su miedo.
El rol de la familia
Los familiares a veces creen que con una postura rígida y autoritaria, los miedos patológicos se les van a ir, pero lo que realmente necesita el que lo sufre es contención y colaboración para la búsqueda de un tratamiento adecuado.
Recomendaciones para la familia:
- Comprenda que se trata de un miedo irracional
- Transmita tranquilidad y confianza
- Escuche, incentive a quien está en crisis a relajarse (regularizando la respiración, por ejemplo)
- Ayúdelo a comprender que no se encuentra en peligro y que no se va a morir
- Déle libertad de acción (seguramente buscará cosas que lo tranquilicen y reduzcan la ansiedad)
- Evite que lo rodeen personas ansiosas
- Infórmese
- Descarte otra enfermedad orgánica con un chequeo
- Consulte a profesionales especializados en Trastornos de Ansiedad
- Acepte, acompañe y aliente el tratamiento indicado
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le tengo miedo a las personas no se como relacionarme y no he podido superarlo llevo muchos años asi no he tenido nunca una novia y tengo 24 años.hay alguna medicina que me quite este miedo??????????????
ResponderEliminarHola
ResponderEliminarel articulo me parecio muy interesante, el chico del cual estoy enamorada me parece que tiene un trauma el tiene miedo al contacto, a que lo toquen no soporta ni el beso en la mejilla de las amigas, se queda petrificado y tiende a retirarse aterrorizado, le pasa con todos.
¿como puedo ayudarle????
Hola a todos quiero compartir mi miedo con ustedes le tengo un miedo terrible y fobia grande a las vacas y al agua de playa osea al mar NECESITO DE SU AYUDA GRACIAS
ResponderEliminarHola a todos quiero compartir mi miedo con ustedes le tengo un miedo terrible y fobia grande a las vacas y al agua de playa osea al mar NECESITO DE SU AYUDA GRACIAS
ResponderEliminarYo creo que tengo varias cosas. Se me dificulta mucho relacionarme con las personas, y hay algunas a las que le tengo pavor, porque son prepotentes o algo asi, siento que no es normal, que la mayoria de la gente lo puede tomar de manera diferente, pero mi reaccion siempre es de un temblor interno.
ResponderEliminarYo le tengo miedo a la oscuridad aunq no si hay alguien aunq este lejo... tambn a los muertos no puedo verlos sin q me den pesadillas o imaginarme q pueden a pareser ... un poco a las personas con mucho carater o que me puedan hacer daño sin q yo pueda defenderme y alos lios y alos chisme asta tiemblo sin tener nada q ver. . soy super miedosa pero le pongo las cosa clara a cualquiera aunq me muera de miedo y si tengo q pelia boy a todas .. gran miedo son los muertos creo q fue x q mi abuelo murio cuando yo tenia 5 años y me tubieron metiendo miedo con eso . . y mi primos me asustaban y asta se ponian algo en looscuro y me tiraban de lopies y mas q en mi pais se ba mucho la luz cuando pequeña ., 22 años
ResponderEliminarTambién tengo ese mismo problema que tu di veo algo que de miedo no me lo puedo quitar de mi mente hasta después de unas semanas y yo haaaaaaaa siempre atento como para una pelea cuerpo a cuerpo con lo primero que vea esto no se lo cuento a nadie a NADIE
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