Abordamos en el programa el fenómeno del acoso moral entre iguales, entre jóvenes...el "Bullying". Cada vez más frecuente y más visible en nuestros centros escolares...
Qué es: El «bullying» hace referencia a un grupo de personas que se dedican al asedio, persecución y agresión de alguien, o bien a una persona que atormenta, hostiga o molesta a otra. Aparecen cuatro aspectos claves:
- ataques o intimidaciones físicas, verbales o psicológicas, destinadas a causar miedo, dolor o daño a la víctima;
- abuso de poder, del más fuerte al más débil;
- ausencia de provocación por parte de la víctima;
- repetidos incidentes entre los mismos niños o jóvenes durante un tiempo largo y sostenido.
Epidemiología: Cuantos casos se dan
Un dato muy importante es que la violencia «bullying» afecta a entre un 7 y un 10% de la población escolar. O que al menos un 25% de los alumnos se han sentido amenazados alguna vez. Sin alarmismos, hay que abordar el problema seriamente.
Los alumnos de 3º de ESO (13 y 14 años) son los que más sufren y ejercen el acoso escolar. Los chicos de esta edad suelen desarrollar una violencia física con sus compañeros y las chicas, en cambio, llevan a cabo una violencia verbal y de exclusión (hacen el vacío o dejan de lado a algunos compañeros).
Los alumnos de 3º de ESO (13 y 14 años) son los que más sufren y ejercen el acoso escolar. Los chicos de esta edad suelen desarrollar una violencia física con sus compañeros y las chicas, en cambio, llevan a cabo una violencia verbal y de exclusión (hacen el vacío o dejan de lado a algunos compañeros).
De distintas investigaciones realizadas en nuestro país se desprende que de todos los casos de bullyng, el 1,8% son graves, el 10% moderados y el 50% leves. Los jóvenes que viven sólo con un familiar (padre o madre) se meten más con sus compañeros que aquellos que conviven con más familiares. Además parece claro que cuando el alumno/a tiene una buena relación con su familia y está contento en el colegio, no suele acosar a sus compañeros.
La violencia se puede desarrollar en cualquier espacio del colegio (patios, baños, pasillos...) Sin embargo, en las aulas es donde siempre «suele surgir la chispa», el detonante del problema.
El tipo de bullying más frecuente se traduce en insultar, reírse de los compañeros o ponerles motes. En el extremo opuesto está el hacer chantaje a los compañeros para pedirles dinero. El 26% de los alumnos confesaba que alguna vez habían visto a un compañero abusando de otro.
La violencia se puede desarrollar en cualquier espacio del colegio (patios, baños, pasillos...) Sin embargo, en las aulas es donde siempre «suele surgir la chispa», el detonante del problema.
El tipo de bullying más frecuente se traduce en insultar, reírse de los compañeros o ponerles motes. En el extremo opuesto está el hacer chantaje a los compañeros para pedirles dinero. El 26% de los alumnos confesaba que alguna vez habían visto a un compañero abusando de otro.
Tipos de abusos. Los chicos suelen desarrollar una violencia física, y las chicas, verbal y de exclusión Pueden ser físicos (golpes, empujones, patadas...), psicológicos (burlas, poner motes, amenazas, gestos obscenos...), relacionales (dar de lado, aislar, extender rumores maliciosos...) o económicos (exigir dinero o cosas, robar...).
El perfil del agresor: ¿Como es el acosador?.
El perfil del agresor: ¿Como es el acosador?.
Suelen ser grupos de chicos (45%) o de chicos y chicas (23%), o un chico solo (14%). Más raros son los grupos de chicas o chicas solas. Suelen ser chicos conflictivos, que no se identifican con el colegio, a veces con problemas familiares, sobre todo de falta de supervisión y control. A veces hay consumo de drogas y alcohol. Buscan chivos expiatorios para purgar sus problemas y frustraciones. Obtienen satisfacción a través de la violencia para reafirmar su personalidad y su posición de liderazgo. No controlan sus impulsos y emociones. Los chicos tienden a los abusos físicos, seguidos por los psicológicos, y las chicas, a los psicológicos y relacionales.
Perfil de las víctimas: ¿Como es el acosado/a?.
Puede ser cualquiera. Pero puede haber rasgos que hagan especialmente vulnerables a algunos, como ser tímido, introvertido, hiperactivo, encerrado en sí mismo o tener alguna característica física que le diferencia (estar gordo, llevar gafas, ser bajito) o bien una característica académica, como ser «empollón» o llevarse bien con los profesores («pelota», para el agresor). Los efectos del «bullying» en la víctima pueden ser devastadores: se siente violentada, desprotegida, humillada, insegura, aislada, indefensa.
Uno de los problemas es que no es fácil detectar el «bullying» y sobre todo conseguir pruebas, ya que impera una especie de «ley del silencio». Tanto las víctimas como los «espectadores» tienen miedo de hablar, por las posibles represalias. Y, sin embargo, es necesario atajar esta violencia; se trata de una cuestión de «derechos humanos».
MITOS A DESTERRAR
Mitos. Ideas preconcebidas, Creencias que Alimentan la CONFUSIÓN ANTE EL BULLYING:
1. «Han sucedido desde siempre y no pueden cambiarse» Estas creencias inciden en «que no se intervenga» en la búsqueda de una solución.
2. Esas agresiones «son cosa de los chavales», como sinónimo de poco importante. Las edades clave son de diez a quince años. Hay un primer tramo, de diez a doce, en el que se comienzan a fraguar las relaciones interpersonales de manera importante. Aquí hay bastante frecuencia de casos. De doce a quince años, los casos se dan menos, pero son los más graves.
3. El síndrome de Estocolmo del Menor La sintonía interna (o externa) con el ‘bully’ se da cuando los iguales (o el adulto testigo) asumen en su interior esa inmoralidad, miran para otro lado y la víctima queda sola. Aquí entraríamos en el fenómeno del gregarismo y de amoralismo ético. Evitar y evadir todo conlicto de conciencia (“a mí que me registren...”) (con lo cual el síndrome de Estocolmo se convierte en síndrome de Pilatos).
4. La violencia en centros educativos es una «respuesta a una provocación» Como argumentan los agresores o los testigos (“algo habrá hecho”, “que espabile”, “así se hace fuerte”). Esa idea es especialmente peligrosa porque hace al agredido «doblemente víctima» ya que se le considera culpable del suceso.
5. El agresor no mide las consecuencias de sus actos, no tiene capacidad responsable. «El niño acosador tiene una mentalidad maquiavélica y necesita ayuda psicológica». El agresor «no tiene un pelo de tonto, sabe mentir estupendamente, enreda a los adultos, y acusa y atribuye la provocación a la víctima». El agresor sabe que lo que está haciendo está mal. Esto está muy estudiado. No se trata de un burro inconsciente. Es alguien de mentalidad un poco maquiavélica, que busca siempre una justificación a sus actos: «Es que se lo buscaba», «es que es tonto...».
6. No notamos nada. Parecen felices. Normalmente los padres no se enteran y si lo hacen es de forma accidental pues alguien próximo al niño (un compañero de clase o un hermano) es el que da la voz de alarma. El principal motivo por el que un niño no explica en su casa lo que le están haciendo en el cole es porque NADIE le ha dicho que es bueno decirlo Como los protagonistas saben que es una conducta prohibida e indecente, procuran ocultarlo y actúan en los sitios oscuros, físicos y psicológicos. Por ejemplo, pasillos, aseos de colegios, salidas de patio... También dentro del aula, pero de forma oculta. Es un fenómeno que se ubica en el microsistema de los iguales, en donde los niños se comunican sin compartirlo con los mayores. Un niño no explica en su casa lo que le están haciendo en el cole porque NADIE le ha dicho que es bueno decirlo. Y eso se reviste de un montón de excusas: no querer ser chivato, no aparecer como débil, no preocupar a los padres, o bien creer que nadie puede hacer nada dado que el "Bully" (acosador-matón) es más fuerte que los propios padres.
7. Los profesores «no se enteran» de que están ocurriendo esos incidentes. Los docentes lo saben o lo intuyen, pero «muchos» minimizan el problema o carecen de técnicas de resolución de conflictos.
8. Los afectados son chic@s problemátic@s Suelen estar en el grupo de los buenos estudiantes, suelen ser psicológicamente menos fuertes y asertivos, en el sentido de enfrentarse a las agresiones y no afrontarlas...
9. El síndrome del chivato o del pelota-esquirol Los compañeros miran para otro lado cuando se producen las agresiones, físicas o psicológicas. El 85% de los alumnos se enteran de las agresiones. Realmente es un fenómeno que se ubica en el microsistema de los iguales, en donde los niños se comunican sin compartirlo con los mayores. No se quiere ser chivato, ni aparecer como débil.
10. “No es para tanto...” El suicidio y el asesinato son los efectos más graves del acoso. Se dan muy poco, pero se dan... El acoso puede llevar a la víctima al suicidio. En Suecia, en 1978, se suicidaron sucesivamente y en pocos meses tres niños tras sufrir acoso escolar. A partir de ese momento, el Gobierno sueco hizo el primer estudio de bullying que se conoce. Los suicidas de la escuela Columbine, en Littleton, Colorado, fueron a jugar a los bolos antes de liquidar a tiro limpio a sus compañeros y morir ellos mismos (de ahí el título Bowling for Columbine, de Michael Moore).
11. Escarmiento punitivo al provocador. Verás cómo se le quitan las ganas. ¿Hay que buscar culpables? Una cosa es impunidad y otra irrresponsabilidad. Se tienen que depurar responsabilidades. Si no se aclaran responsabilidades, el fenómeno se puede repetir más de la cuenta. El culpable es una figura que, como estamos hablando de juventud y de infancia, no es necesariamente útil. Es muy importante que el clima de la escuela comprenda lo qué ha ocurrido y que se aclare. Frente al chico "bully" es recomendable una terapia intensiva por un psicólogo fuera de la escuela, así como un "control- positivo" de sus acciones, se le ha de valorar cada vez que actúe bien.
12. Ya se pasará. Todos hemos pasado por esto. La violencia deja huella en todo el mundo. No sólo en la víctima. En los agresores, las huellas son muy importantes a corto, medio y largo plazo. También deja huella en los testigos. El pensar que quizás se podría haber hecho algo es muy duro para mucha gente. No deja indiferente a nadie. Deja secuelas.
13. El bullying escolar va en aumento Lo que está en auge es la búsqueda de transparencia. Faltan datos recientes. Ahora hay maltrato y seguramente lo hubo antes. Y es menor el porcentaje de incidencia que en la UE. El último informe del Defensor del Pueblo, realizado en 1999 con encuestas a 3.000 alumnos de la ESO, destacaba que más del 30% de los escolares declaraba sufrir agresiones verbales con cierta frecuencia y cerca de un 9% amenazas con la finalidad de meterles miedo.
1. «Han sucedido desde siempre y no pueden cambiarse» Estas creencias inciden en «que no se intervenga» en la búsqueda de una solución.
2. Esas agresiones «son cosa de los chavales», como sinónimo de poco importante. Las edades clave son de diez a quince años. Hay un primer tramo, de diez a doce, en el que se comienzan a fraguar las relaciones interpersonales de manera importante. Aquí hay bastante frecuencia de casos. De doce a quince años, los casos se dan menos, pero son los más graves.
3. El síndrome de Estocolmo del Menor La sintonía interna (o externa) con el ‘bully’ se da cuando los iguales (o el adulto testigo) asumen en su interior esa inmoralidad, miran para otro lado y la víctima queda sola. Aquí entraríamos en el fenómeno del gregarismo y de amoralismo ético. Evitar y evadir todo conlicto de conciencia (“a mí que me registren...”) (con lo cual el síndrome de Estocolmo se convierte en síndrome de Pilatos).
4. La violencia en centros educativos es una «respuesta a una provocación» Como argumentan los agresores o los testigos (“algo habrá hecho”, “que espabile”, “así se hace fuerte”). Esa idea es especialmente peligrosa porque hace al agredido «doblemente víctima» ya que se le considera culpable del suceso.
5. El agresor no mide las consecuencias de sus actos, no tiene capacidad responsable. «El niño acosador tiene una mentalidad maquiavélica y necesita ayuda psicológica». El agresor «no tiene un pelo de tonto, sabe mentir estupendamente, enreda a los adultos, y acusa y atribuye la provocación a la víctima». El agresor sabe que lo que está haciendo está mal. Esto está muy estudiado. No se trata de un burro inconsciente. Es alguien de mentalidad un poco maquiavélica, que busca siempre una justificación a sus actos: «Es que se lo buscaba», «es que es tonto...».
6. No notamos nada. Parecen felices. Normalmente los padres no se enteran y si lo hacen es de forma accidental pues alguien próximo al niño (un compañero de clase o un hermano) es el que da la voz de alarma. El principal motivo por el que un niño no explica en su casa lo que le están haciendo en el cole es porque NADIE le ha dicho que es bueno decirlo Como los protagonistas saben que es una conducta prohibida e indecente, procuran ocultarlo y actúan en los sitios oscuros, físicos y psicológicos. Por ejemplo, pasillos, aseos de colegios, salidas de patio... También dentro del aula, pero de forma oculta. Es un fenómeno que se ubica en el microsistema de los iguales, en donde los niños se comunican sin compartirlo con los mayores. Un niño no explica en su casa lo que le están haciendo en el cole porque NADIE le ha dicho que es bueno decirlo. Y eso se reviste de un montón de excusas: no querer ser chivato, no aparecer como débil, no preocupar a los padres, o bien creer que nadie puede hacer nada dado que el "Bully" (acosador-matón) es más fuerte que los propios padres.
7. Los profesores «no se enteran» de que están ocurriendo esos incidentes. Los docentes lo saben o lo intuyen, pero «muchos» minimizan el problema o carecen de técnicas de resolución de conflictos.
8. Los afectados son chic@s problemátic@s Suelen estar en el grupo de los buenos estudiantes, suelen ser psicológicamente menos fuertes y asertivos, en el sentido de enfrentarse a las agresiones y no afrontarlas...
9. El síndrome del chivato o del pelota-esquirol Los compañeros miran para otro lado cuando se producen las agresiones, físicas o psicológicas. El 85% de los alumnos se enteran de las agresiones. Realmente es un fenómeno que se ubica en el microsistema de los iguales, en donde los niños se comunican sin compartirlo con los mayores. No se quiere ser chivato, ni aparecer como débil.
10. “No es para tanto...” El suicidio y el asesinato son los efectos más graves del acoso. Se dan muy poco, pero se dan... El acoso puede llevar a la víctima al suicidio. En Suecia, en 1978, se suicidaron sucesivamente y en pocos meses tres niños tras sufrir acoso escolar. A partir de ese momento, el Gobierno sueco hizo el primer estudio de bullying que se conoce. Los suicidas de la escuela Columbine, en Littleton, Colorado, fueron a jugar a los bolos antes de liquidar a tiro limpio a sus compañeros y morir ellos mismos (de ahí el título Bowling for Columbine, de Michael Moore).
11. Escarmiento punitivo al provocador. Verás cómo se le quitan las ganas. ¿Hay que buscar culpables? Una cosa es impunidad y otra irrresponsabilidad. Se tienen que depurar responsabilidades. Si no se aclaran responsabilidades, el fenómeno se puede repetir más de la cuenta. El culpable es una figura que, como estamos hablando de juventud y de infancia, no es necesariamente útil. Es muy importante que el clima de la escuela comprenda lo qué ha ocurrido y que se aclare. Frente al chico "bully" es recomendable una terapia intensiva por un psicólogo fuera de la escuela, así como un "control- positivo" de sus acciones, se le ha de valorar cada vez que actúe bien.
12. Ya se pasará. Todos hemos pasado por esto. La violencia deja huella en todo el mundo. No sólo en la víctima. En los agresores, las huellas son muy importantes a corto, medio y largo plazo. También deja huella en los testigos. El pensar que quizás se podría haber hecho algo es muy duro para mucha gente. No deja indiferente a nadie. Deja secuelas.
13. El bullying escolar va en aumento Lo que está en auge es la búsqueda de transparencia. Faltan datos recientes. Ahora hay maltrato y seguramente lo hubo antes. Y es menor el porcentaje de incidencia que en la UE. El último informe del Defensor del Pueblo, realizado en 1999 con encuestas a 3.000 alumnos de la ESO, destacaba que más del 30% de los escolares declaraba sufrir agresiones verbales con cierta frecuencia y cerca de un 9% amenazas con la finalidad de meterles miedo.
¿Como manejar el acoso entre los jóvenes? Formas de afrontarlo: Consejos prácticos
CONSEJOS PARA ACTUAR......
Los acosos son un problema serio. Hacen que la gente se sienta sola, infeliz y atemorizada. Hacen que sientan que hay algo malo en ellos. Aun hace que algunos chicos no quieran ir a la escuela o salir a jugar. Si los acosos son extremos y duraderos, pueden llevar a casos de violencia por venganza como los que has visto en las noticias.
Muchas personas que cuando chicos han sido víctimas de acosos frecuentes, crecen con una autoestima baja y muchos otros problemas. En otras palabras, ¡es muy importante manejar los acosos y no dejar que te arruine la vida!
Bien, estás ahí y alguien empieza a acosarte. ¿Qué haces «en ese momento»?
Ignora al acosador. Haz como que no lo oíste. Ni siquiera lo mires. Si puedes, camina y pásale al lado sin determinarlo. No llores, ni te enojes, ni muestres que te afecta. Eso es lo que el acosador/a pretende. No le des esa satisfacción. Aun si te sientes verdaderamente lastimado/a, no dejes que se te note. Más tarde podrás hablar o escribir sobre tus reacciones.
Responde al bravucón con tranquilidad y firmeza. Responde al acosador con tranquilidad y firmeza. Di, por ejemplo: «¡No!» «Eso es lo que tu piensas» Si puedes, convierte un comentario fastidioso en un chiste. Por ejemplo, la acosadora dice «¡Qué vestimenta tan ridícula!» y tú dices «¡Gracias! Me alegra que se haya dado cuenta.»
Aléjate de la situación. Vete y aléjate o corre si es necesario. Ve a un sitio donde haya un adulto. Recuerda que no eres el del problema. Es el acosador el que tiene el problema.
Bien, estás ahí y alguien empieza a acosarte. ¿Qué haces «en ese momento»?
Ignora al acosador. Haz como que no lo oíste. Ni siquiera lo mires. Si puedes, camina y pásale al lado sin determinarlo. No llores, ni te enojes, ni muestres que te afecta. Eso es lo que el acosador/a pretende. No le des esa satisfacción. Aun si te sientes verdaderamente lastimado/a, no dejes que se te note. Más tarde podrás hablar o escribir sobre tus reacciones.
Responde al bravucón con tranquilidad y firmeza. Responde al acosador con tranquilidad y firmeza. Di, por ejemplo: «¡No!» «Eso es lo que tu piensas» Si puedes, convierte un comentario fastidioso en un chiste. Por ejemplo, la acosadora dice «¡Qué vestimenta tan ridícula!» y tú dices «¡Gracias! Me alegra que se haya dado cuenta.»
Aléjate de la situación. Vete y aléjate o corre si es necesario. Ve a un sitio donde haya un adulto. Recuerda que no eres el del problema. Es el acosador el que tiene el problema.
Para que no te afecte, si te están poniendo apodos o se están burlando de ti, trata «El banco de niebla». Imagina que estás dentro de una gran pecera llena de neblina blanca. Luego imagínate que la neblina se traga los insultos antes de que lleguen a ti. Nada te toca. Practica así: piensa en las peores cosas que un acosador pueda decirte y luego deja que la neblina se las trague.
¡Habla con un adulto! Si eres una víctima permanente de los acosadores, «lo más importante» que tienes que hacer es: hablar con un adulto. Esto es tan importante, que lo diremos de nuevo. ¡Habla con un adulto!
Comienza con tus padres. Eso no es «acusar». Es pedir ayuda a las personas que te aman cuando de verdad las necesitas. Si sufres de las "gracias" y acosos en la escuela, haz que tus padres lo hablen con un directivo de la escuela; no con los padres del acosador.
Si sientes que no les puedes contar a tus padres o que tus padres no te apoyan de la manera que necesitas, habla con otro adulto en quien confíes: un maestro, el director, el psicologo/a del colegio o alguien que conozcas, un adulto que tenga alguna autoridad.
Si sientes que no puedes decirle a nadie, trata de escribir una carta contando lo que te sucede. Dásela a un adulto en quien confíes y guarda una copia para ti.
Si no quieres hablar de ello con nadie a solas, lleva un amigo, hermano o a uno de tus padres. Te ayudará mucho llevar a alguien que haya visto cuando te acosan.
Haz que al adulto le quede claro que esa situación te afecta profundamente. Especialmente si eres víctima de «acosos verbales», porque muchos adultos no consideran graves los acosos verbales. La realidad es que esta clase de acosos es la que más puede afectarnos.
Si sientes que no puedes decirle a nadie, trata de escribir una carta contando lo que te sucede. Dásela a un adulto en quien confíes y guarda una copia para ti.
Si no quieres hablar de ello con nadie a solas, lleva un amigo, hermano o a uno de tus padres. Te ayudará mucho llevar a alguien que haya visto cuando te acosan.
Haz que al adulto le quede claro que esa situación te afecta profundamente. Especialmente si eres víctima de «acosos verbales», porque muchos adultos no consideran graves los acosos verbales. La realidad es que esta clase de acosos es la que más puede afectarnos.
Estas preguntas de discusión te ayudarán a examinar el tema de los acosadores con uno de tus padres o con otro adulto.
Si se trata de acosos físicos o violentos, puedes pedirle al adulto con quien hables que no revele tu nombre. NO te lo guardes. NO planees venganza contra el acosador ni trates de hacer algo con tus propias manos.
Si se trata de acosos físicos o violentos, puedes pedirle al adulto con quien hables que no revele tu nombre. NO te lo guardes. NO planees venganza contra el acosador ni trates de hacer algo con tus propias manos.
Ahora que hablaste con alguien más sobre tu problema, hay muchas cosas que puedes hacer para evitar ser víctima de acoso en el futuro:
- No andes solo. Anda al menos con una persona más siempre que puedas.
- Evita los lugares donde ocurren los acosos.
- Cambia la ruta para ir y volver de la escuela. Sal un poco más temprano o más tarde para evadir al acosador. Siéntate cerca del conductor del autobús escolar o camina con un maestro para ir a clase.
- No lleves objetos valiosos ni dinero a la escuela. Marca tus pertenencias con tinta indeleble por si te las roban.
- Evita las áreas de la escuela sin vigilancia y las situaciones en que estés sola o solo.
- Asegúrate de no estar sola o solo en el vestuario ni en el baño.
- Actúa con confianza.
- Mantén la cabeza en alto, párate erguido y establece contacto visual.
- Piensa y repasa con tiempo tus respuestas y reacciones frente al acosador y practícalas frente al espejo. Así, ¡las tendrás listas cuando las necesites!
Los acosadores/as son realmente buenos en hacerle creer a la gente que merece ser maltratada - A veces, se arregla la situación con un acosador, pero luego surge otro acosador que toma su lugar. Hay muchas cosas que puedes hacer para evitar que eso suceda. Los acosadores/as son realmente buenos en hacerle creer a la gente que merece ser maltratada. Eso es totalmente falso.
Mereces respeto y amabilidad de los demás - Repítete permanentemente que tú eres, como en realidad eres, una gran persona que merece respeto y amabilidad de los demás. Aprende a estar orgulloso de tus diferencias. De todos modos, ¿por qué querrías ser como ese acosador?
- Nunca te avergüences de una enfermedad ni de una discapacidad. Mientras más pronto te sientas bien con ellas, los demás también lo harán.
- Pasa mucho tiempo con tus amigos. Si no tienes verdaderos amigos, trata de hacer nuevos amigos participando en actividades sociales o físicas.
- Lleva un diario sobre tus incidentes con los acosadores y cómo te hacen sentir, y sobre los acosos que sufren otras personas. Puedes también escribir un diario con aspectos positivos: todas las cosas que te gustan de ti mismo, tus planes para el futuro, etc.
Si nada de esto sirve y los acosos que sufres han vuelto tu vida muy difícil, habla con tus padres sobre la posibilidad de cambiar de escuela. Tú y tu familia pueden pensar que eso es rendirse, pero al final vale la pena vivir bien la vida y ser feliz.
7 comentarios:
Desde la ciudad de Lima,Peru,lo saluda Jose Manuel Galvez Santa Maria y felicita por el estupendo articulo suyo que he leido,hoy dia,sobre "Acoso moral en niños y adolescentes".Es un articulo cuyo contenido me ilustra y cae como anillo al dedo para tratar asuntos sobre el tema,relacionados con un impase en el que esta involucrado mi menor hijo Francisco Miguel de doce años de edad.Con sus consejos creo que no solo capearemos el problema,sino que haremos una gran faena como para salir en hombros.Gracias
hola soy un niño que a sufrido de bullying desde 1 basico y suerte que solo ha sido verbal,mis papas me ayudan igual que mi profesor jefe hacen un estupendo trabajo al igual que UDS.lo que si me afecta es que siempre en mi ccurso hablamos de esto y nada pasa ¿que puedo hacer? ellos son muy inmaduros;tengo pocos amigos cuando faltan al colegio con quien me junto? y si estoy solo me molestan...
pero he leido este articulo me da fuerzas para seguir
GRACIAS
PD:para papas: si van a meter a sus hijos en un colegio jamas lo hagan en el colegio san anselmo de Santiago , Chile
Muchas gracias por este artículo.
Mi hija ha sufrido acoso por parte de una compañera que se hizo pasar por su amiga algún tiempo, pero que pone en contra suya incluso a aquellas niñas que eran sus mejores amigas y a algunos de los chicos de clase.
Mi hija ( en opinión de sus profesores) siempre ha sido una chica modelo, tanto por su rendimiento académico como por su bondad y buen comportamiento con sus compañeros, pero hace dos años comenzó a pasar esto con esta chica y otras tres que la tienen por líder.
Lo ha pasado mal porque le hacen el vacío, se burlan de ella e incluso han inventado canciones mofándose de ella.
Intenté hablar con las niñas, en especial con la que lleva la voz cantante, que me dijo que ellas nunca fueron amigas (a pesar de que vino varios años al cumple de mi hija a casa y mi hija fué al suyo) y quiso hacerme creer que la culpa era suya por no "ayudar" durante los exámenes a otros chicos.
A ella siempre la llaman para preguntarle sobre las tareas y me consta que siempre ha ayudado a todo el que lo necesitó antes o después de los exámenes pero es incapaz de hacerlo "durante" por su timidez y sus convicciones.
Me fuí de su lado pensando que era imposible razonar con aquella chica y que sólo había empeorado la situación, pero el toque de atención funciónó unos días, al principio, sobre todo porque las madres de las otras chicas se enteraron de lo que pasaba (por las propias chicas) pero ahora están otra vez igual y ya estoy temiendo que el próximo curso va a haber problemas de nuevo.
Mi hija procura alejarse de ellas y no tener contacto pero dice que la siguen y no la dejan en paz.La clase no es muy numerosa y es imposible no tener roce con ellas.
Madres de otras niñas han hablado conmigo y les ha sucedido algo similar con esta misma chica y sus satélites.
Al parecer la acosadora es una niña de la que su madre se enorgullece que "nadie la hace callar" y eso es cierto incluso con respecto a algunos de sus profesores a los que trata (según me han informado) con muy poco respeto.
Nuestra intención era comenzar intentando solucionarlo por las buenas con las chicas, pero ya que no funciona el segundo paso que daremos será hablar con los responsables del colegio en cuanto comience el curso para que estén alerta y mi hija pueda recurrir a ellos si la siguen molestando.
Si no se lo toman en serio y esto no funciona denunciaremos el caso ante las autoridades.
Cuando encontré este artículo buscaba información sobre formas de que mi hija se enfrente a las agresiones verbales y a las burlas de forma que no le afecten.
Tiene doce años.
Si me recomienda bibliografía para completar su artículo se lo agradecería de todo corazón.
Una madre preocupada.
yo lo sufrí hace tiempo y aún no lo he superado del todo, en el colegio no paraba de recibir críticas insultos, me daban de lado, etc de un grupito pero al que la mayoría seguía la corriente porque quienes se llevaban bien conmigo también acababan reciviendo asique preferían alejarse. Eso me aisló e hizo encerrarme en mi misma pasando de todos y centrándome en mí misma, me autoreafirmé porque veía que si yo no hacía nada nadie lo haría pero también me volví en desconfiada y sigo siéndolo, los últimos años todo se apaciguó porque yo me encerré en mi mundo fingiendo que no me afectaba, eso hacía que la gente perdiera su fuente de diversión aún así seguían haciéndome vacío.
Yo si que se lo decía a mis padres, pero no conseguía nada ya que por mucho que ellos lo intentaran en el colegio hacían oídos sordos diciendo que era cosas de niños y que yo era demasiado sensible, vamos que era yo la que no se relacionaba con nadie, lo cierto es que sucedía lo contrario cada vez que me acercaba a alguien me echaban con un "acoplada" etc, etc. Pero delante de los profesores esa misma gente se volvía majísima, como si ellos no tuvieran nada que ver y se llevaran bien conmigo asiq al final la mala era yo porque era lo que veían los adultos, lo que les hacían ver, asique no me creían y acabé pasando de decir nada. Yo no tenía amigos.
Actualmente estoy en la uni he empezado a superar mi desconfianza y soy muy selectiva con la gente, aunque tengo buenos amigos y a mi novio, no dejo de ser susceptible al rechazo que tiendo a tomarme como algo personal, soy muy tímida. Positivamente puedo decir que esa experiencia me reafirmó mucho y me hizo muy autosuficiente de forma que lucho por mis sueños sin problemas, el problema surge cuando hay gente involucrada en ellos porque es entonces cuando me vuelvo insegura.
Yo fui víctima de bullying durante muchos años hasta que me harté y aunque seguí los consejos de mi madre que en ese tiempo fueron muy similares, de nada sirven, un niño es igual o más cruel que un adulto.
Parar con palabras a un agresor no siempre es posible, el niño tiene que quitarse la etiqueta de "víctima" para recuperar su autoestima y ganarse el respeto.
En mi caso pedí ayuda a mi padre y le pedí que me enseñara a pelear y atinadamente mi padre me dio la solución que cambiaría mi vida para siempre.
Me dijo que el me iba a llevar a que me enseñaran a defenderme y me metió a las artes marciales.
Es increíble como la técnica supera a la fuerza bruta, mi entrenamiento fue gradual y yo recuerdo que en pocos meses además de controlar mi miedo, aprendí a defenderme.
Yo recuerdo que cuando me trato de golpear el agresor, contesté la agresión con 4 patadas tan rápidas y bien colocadas que nunca más se volvieron a meter conmigo. Les estoy hablando de 12 años de edad.
A partir de ahí seguí estudiando y mientras más aprendía menos me peleaba.
Hay muchas artes marciales te recomiendo 3 que son suaves para entrenar y no te exponen a que te pongan una golpiza en los entrenamientoa y son muy efectivas en la defensa y no te lastimas, una es Jiu Jit Su brasileño y la otra es Hap Ki Do y la otra Ai Ki Do.
Suerte y recuerda "El tirano vive hasta que la víctima dice BASTA"
Es un artículo muy útil completo, ahora entiendo lo que pasa con eta clase de personas, nadie tiene derecho a hacerte sufrir ni a humíllate, si te humillan ya sabes lo que se puede hacer.
Yo por algún tiempo sufrí bullyng en la telesecundaria, vivo en Cotija, y créame que sufrí demasiado al darme cuenta de todos los malos momentos que viví, por eso ya no confío en nadie y me mantengo alejado e todos a pesar de las burlas. Aunque ahora tengo amigos que me respetan, no pierdo la desconfianza ni la indiferencia hacia todos esos malosos y irrespetuosos, no hablo con nadie de ellos, porque son mis enemigos eternos.
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